XX GASTEIZKO HERRI KROSA
Quizás en exceso de temporada, la velocidad de la carrera, uno ya es un caballo percherón diésel, o el aún jet lag, pero he ido muy acelerado durante buena parte de esta carrera.
Veinte ediciones ya de una carrera típica en Vitoria, esta vez por los nuevos barrios, donde unos echamos la mañana y otros y otras atletas apunta su forma para la Media de Vitoria de este mes. Es una buena ocasión para entrenar, dirán algunos. Es una buena ocasión para terminar la temporada, debiéramos decir otros. Pero no, aquí seguimos, quizás excediendo algunos kilómetros para terminar el año. Pero bueno, si se trata de disfrutar, pues que mejor que corriendo un rato.
Además, es estas citas, siempre se da la ocasión de vernos los más “populares”, aquellos que los tiempos quizás los apuramos para llegar antes a casa, no a la meta. Quizás para aprovechar los aperitivos dominicales y no el alcance de determinadas marcas. Como ese amigo que corre cada ves más rápido y mejor, pues debe llegar a pasear a la perra. Los ahí para todo.
Sin embargo, en esta ocasión, y después de unos primeros kilómetros difíciles, pronto he cogido ritmo adecuado, rápido, y sabia que llevaba buenos tiempos. Buenos tiempos para mi son 4,40 y sin agobios, no pensemos. Buenos tiempos para mi es siempre disfrutar si los metros van pasando. Además si los compartimos en casa, con amigos e ilusiones, nada mejor que seguir sumando kilómetros y experiencias. Hasta que el cuerpo aguante. (La Desbandada)
Mi vida es como una barco de papel
perdido a la deriva entre las olas..
y allí te espero cada amanecer,
por si se te ocurre volver,
poder ser el viento en tu cola…
Y volverán
a sonreír los sueños que aún nos quedan
mirando como arden las maderas
de esa cabaña vieja que antes fue mi hogar
Y volverán
a iluminar caminos, si es que quedan,
con una triste antorcha a media tea,
pensando, casi siempre, en regresar.
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