TRABAJADOR@S SIN CONVENIO Y CONFLICTIVIDAD.
Recientemente varios artículos en la prensa del País Vasco se hacían eco de dos realidades distintas pero íntimamente ligadas entre ellas. Por un lado, uno refería que miles de trabajadores vascos han sido condenados a depender del salario mínimo por la desaparición de sus convenios (www.elcorreo.com/economia/trabajo/miles-trabajadores-vascos-20170716003443-nt.html) y por otro lado, un segundo indicaba que la insatisfacción laboral genera un aumento de las huelgas en el País Vasco (www.elmundo.es/pais-vasco/2017/07/19/596f5a22e5fdeae04d8b457e.html).
Vamos a citar algunas variables que inevitablemente relacionan ambas afirmaciones, incluso citando vasos comunicantes, desde la experiencia de la Negociación Colectiva.
la Reforma Laboral de 2012 (Real Decreto-Ley 3/2012, de 10 de febrero de 2012), establece la previsión de que, durante la vigencia del convenio colectivo, los sujetos legitimados podrán negociar su revisión. Igualmente se estable que transcurrido un año desde la denuncia del mismo sin que se haya acordado un nuevo convenio o dictado un laudo arbitral, aquél perderá, salvo pacto en contrario, vigencia y se aplicará, si lo hubiere, el convenio colectivo de ámbito superior. Con anterioridad se preveía que en defecto de acuerdo, se mantendría la vigencia del mismo.
Esto ha llevado a que fundamentalmente convenios sectoriales de ámbito provincial hayan decaído, trasladándolas condiciones de, fundamentalmente las nuevas contrataciones, a convenio de ámbito superior, generalmente con peores condiciones. Llevando incluso al extremo en algunos casos a aplicar el Estatuto de los Trabajadores. Digo en las nuevas contrataciones, pues a los/as trabajadores/as más veteranos, se han mantenido las condiciones (otra cosa bien distinta son los incrementos y mejoras de ellas).
También en aquella reforma se concedía prioridad aplicativa a las condiciones establecidas en un convenio de empresa respecto del convenio sectorial estatal, autonómico o de ámbito inferior en determinadas materias muy concretas pero al mismo tiempo muy del día a día de las Relaciones Laborales en la empresa.
Conviene recordar los dos puntos anteriores, porque a mi entender, están muy ligadas las afirmaciones de los artículos que citaba. Así, en el País Vasco, la mayoría sindical, viene apostando desde hace muchos años por los Convenios de Empresa y no participando en la negociación de los Convenios Sectoriales. Por ello, lo citado de la Reforma Laboral de 2.012, le facilita sus propósitos.
Sin embargo, la realidad de esa forma de negociar es bien distinta a la pretendida y la consecuencia es la indicada en los artículos:
- Muchos convenios sectoriales de ámbito provincial están decayendo porque ellos mantienen la mayoría sindical y no hacen nada por alcanzar acuerdos dejando morir el convenio.
- Ello lleva a que los trabajadores/as afectados por dicho convenio se quedan al margen de esas condiciones y pasen a verse regulados por convenios superiores en la mayor parte de los casos con peores condiciones.
- Que la pretensión de negociar convenios de empresa solo es posible en aquellas donde tienen representación sindical, “olvidándose” por tanto de aquellos centros de trabajo donde no están representados y por lo tanto dejando a estos trabajadores sin convenio sectorial y sin convenio de empresa.
- En aquellos convenios sectoriales de más amplio ámbito, abandonan a otras organizaciones sindicales, volviéndose a situar ellos en la “inocencia” reivindicativa.
Las consecuencias anteriores, se traduce en que hay una parte muy importante de asalariados y asalariadas, que no están protegidos por convenios laborales o por la actualización de sus condiciones.
¿Y la responsabilidad?. Pues la realidad es tozuda y demuestra que para negociar y alcanzar acuerdos hace falta voluntad sincera de las partes, las Organizaciones Sectoriales por parte de la empresa y Sindicatos por parte de los trabajadores. Y aquí podemos echar balones fuera hablando de esa Reforma Laboral, de las políticas de recortes, etc., pero los acuerdos sobre Convenios Colectivos salen de una mesa de negociación diferente a la que salen las cuestiones anteriores. Y aquí, pocas veces esta mayoría sindical ha mostrado voluntad real y práctica, más allá de titulares, de alcanzar acuerdos. De hecho, en aquellos Convenio donde la mayoría sindical es UGT y CCOO, se han renovado los acuerdos, y allí donde están el manifiesta minoría, los Convenios han decaído dejando a los trabajadores/as huérfanos de un Convenio mínimamente ventajoso.
Y la anterior conclusión se relaciona con lo manifestado en el segundo artículo. Si durante los años de mayor virulencia de la crisis las jornadas perdidas por huelga disminuyeron considerablemente, con la mejoría de la economía, nuevamente aumentan las huelgas en el País Vasco. Y ahí volvemos a sacar a colación la reforma laboral de 2012 que otorgaba mayor valor si cabe a los Convenios de Empresa. Nuestra mayoría sindical, recordemos ELA y LAB, promueve y activa ese marco de negociación y por lo tanto, es ahí donde centra todos sus esfuerzos. Y todos son todos, con las medidas de presión, huelga, como ariete siempre recurrente.
Y aquí nos volvemos a encontrar con varios elementos también comunes:
- Las empresas son muy cautas a la hora de proyectar esa mejoría, por cierto no generalizada, en los salarios y las condiciones de los trabajadoras/as. No debemos olvidar que el impacto de la crisis fue brutal para todos.
- Ello lleva a analizar con mucha cautela y responsabilidad la Negociación Colectiva y por lo tanto a alargarse.
- Los Convenio Colectivos sectoriales como hemos visto están decayendo por la inanición referida de la mayoría sindical.
- Las organizaciones Sindicales, no hemos escuchado aun autocritica publica, han perdido representatividad en muchas empresas.
- Esa mayoría solo se centra en aquellas empresas, también públicas, donde tiene representación, dejando al margen aquellas donde no está y nada hace por estar.
- Lo anterior lleva a que en aquellas pocas empresas donde cuenta con respaldo, emplee todas las medidas a su alcance (huelga y caja de resistencia) para conseguir la firma del Convenio.
Dadas estas variables, cautela empresarial, poca representación sindical, pocas empresas para negociar, cautela de los trabajadores, lleva a que se dilate la Negociación Colectiva, pudiendo tener por medio jornadas de huelga.
Con todo esto, podemos concluir que:
- Allí donde la mayoría sindical (ELA y LAB), son más representativos, los Convenios Colectivos sectoriales decaen.
- Por tanto, muchos y muchas trabajadores/as remiten en sus condiciones a Convenio de ámbito superior e incluso el Estatuto de los Trabajadores.
- En las empresas donde tienen representación, desde posiciones de fuerza, la negociación de alarga y el conflicto siempre está latente.
Así, muchos trabajadores se quedan sin Convenio, pues no se renuevan los sectoriales ni se firman de empresa porque no hay representación es sus centros y en aquellas empresas donde salen Convenio Colectivos, en algunas de ellas, estos se han conseguido con fuertes conflictos que nunca son gratis.
Volvemos a ver quién está en medio….
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