PRIMERO DE MAYO
No vamos a entrar a cuestionar el pasado e incluso en algún caso el presente de los sindicatos que tenemos como compañeros de viaje en nuestras empresas y entornos profesionales. Ni su utilidad, necesaria por otra parte, sino las nuevas formas y cuestiones a reivindicar que ellos también deben adoptar. Aquí a todo el mundo le toca reinventarse.
Con motivo ayer del Primero de Mayo y de las diferentes movilizaciones y puestas en escena, me quedo con algunos análisis que se hacen de como deben afrontar las Organizaciones Sindicales también sus nuevos tiempos en este siglo XXI. Las cosas van cambiando y a gran velocidad, salimos de una crisis de impacto tremendo y también el papel de estas Organizaciones, aún con las “heridas” del pasado más reciente, también debe cuando menos actualizarse. Pues vamos a ello.
Publicaba recientemente un post refieriendo lo que que considero una muy interesante iniciativa por parte del Sindicato Empresarial Alaves y su propuesta de como articular las Relaciones Laborales en la empresa 4.0 (http://www.imanolchasco.es/construyendo-confianza/), y lo ahí comentado viene perfectamente a cuento de como percibo que también deben ser las principales reivindicaciones y cuestiones a discutir entre las partes.
Con ello, ¿qué reivindicar y negociar?:
- Comunicación veraz, transparencia y participación. Para evitar eso de no creernos a la otra parte, ocurre en ambos lados de la mesa, comencemos a decirnos la verdad de la realidad. La que gusta y la que no gusta. Cuando las cosas marchan bien y cuando las cosas no lo son tanto. Y participen y aporten. No miren para otra parte como si esto no va con ellos ( yo solo vengo a trabajar…). Participen en la critica, en la que aporta ideas y en al que corrige formas y acciones.
- Salarios competitivos y reales. Y si ya tenemos lo anterior y nos creemos a quien tenemos enfrente y sabemos cuando las cosas van bien y cuando no van también, apostemos por retribuciones e incrementos realistas y ajustados a cada circunstancias y cada momento. No pidamos cuando no se pueda y exijamos cuando se den las posibilidades.
- Estabilidad en el empleo. Porque la precariedad además de generar incertidumbre, empeora la productividad y el desempeño de los trabajadores y por tanto los resultados de las empresas.
- Organización dinámica. Y visto lo anterior, la empresa debe ser un ente vivo. Capaz de adaptarse al entorno, global, y adaptarse a un mercado en continuos cambios. También los sindicatos deben procurar que las empresas, las condiciones laborales, sean capaces de “moverse”, de modificarse con garantías, para mejorar la productividad y la estabilidad en el tiempo.
- Flexibilidad. Con un mercado global diferente, las personas deben ser conscientes que las antiguas formas de trabajo y de uso de tiempo, ya no son las mismas. Pero es que las nuevas generaciones de trabajadores, los milenials y después nuestros hijos, tampoco ven el tiempo como lo veíamos nosotros. Las empresas, muchas de ellas, deben estar “vivas” los 365 del año y las jornadas, da igual el computo, deben ser flexibles.
- Polivalencia y Formación. Se debe apostar por la formación para mejorar la polivalencia interna (y empleabilidad externa). Pero no viéndolo como un elemento para penalizar sino para mejorar el desempeño de cada uno, de ahí la competitividad y rentabilidad de la empresa y nuevamente las condiciones del personal.
- Movilidad funcional y geográfica. En estos tiempos ya no vale permanecer las ocho horas de trabajo en un puesto e incluso en un lugar. El trabajo se mueve y el lugar de trabajo también y eso es sobre lo que se debe reglar. Porque hoy toca hacer una cosa y mañana otra. Y hoy en un sitio y mañana en otro.
- Conciliación. Porque además de lo anterior, a los y las trabajadoras les interesa su vida y la tienen. Y a las empresas les interesa que el trabajador, el tiempo que esta en su puesto, desarrolle y produzca su trabajo en buenas condiciones y además con el mejor desempeño y productividad.
- Igualdad y corresponsabilidad. Porque no deben cansarse de denunciar la brecha salarial, y además deben apostar claramente por políticas reales de corresponsabilidad.
- Abono por desempeño. Ya es hora de desterrar conceptos de las tablas salariales propias de otros tiempos. Vayamos al desempeño, al presentismo real y efectivo, a premiar la calidad y la responsabilidad más allá de los cargos.
Estas son solo ideas, seguro que hay más y seguro que alguien quiere menos, pero ya se debe empezar con algo. Porque los tiempos van cambiando y la realidad, también las de las personas, ya no es aquello de negociar solo “salario y jornada”. Y si, todos debemos cambiar.
CONSTRUYENDO CONFIANZA.
Iker dice
Excelentes ideas para llevar a cabo. Buena exposición Sí señor
Imanol dice
Pues falta llevar a efecto como bien dices, y que no se quede solo en papel. Y la responsabilidad es de todos.
Gracias Iker!!